sábado, 22 de octubre de 2011

Chicago

Los días 6,7,8,9 de Octubre nos fuimos los 3 a Chicago. Yo tenía que ir por trabajo, así que aprovechamos para irnos los 3 y quedarnos durante el fin de semana.
La ciudad es espectacular, de día y de noche, es grande con muchos rascacielos de épocas y estilos muy diferente. El río Chicago cruza la ciudad creando un poco de tranquilidad frente al estres del down town. A diferencia de Rochester, donde vivimos, aquí hay mucho tráfico, infinitos atascos y la gente es bastante mas impaciente. A todo esto hay que sumar que coincidimos con la grán maratón anual de Chicago, y estaba todo a tope de gente de todo el mundo.

De hecho nos encontramos y charlamos con varios grupos distintos de españoles, y todos habían venido expresamente por la maratón desde España, a correrla o a acompañar a alguien.


Bueno, al turismo que es a lo que ibamos nosotros allí. Cogimos un hotel muy bien ubicado, al pie de la avenida Michigan, en la magnificient mile, en el centro de la zona de compras y a un paso del parque Millenium.

El sábado por la mañana ya echamos el día entero al turismo. Llegando a uno de los puentes que pasa sobre el río Chicago, vimos que de repentetodo el tráfico se paraba al sonido de sirenas. Resulta que todos los puentes son levadizos y justo en ese momento se abrían para el paso de algunos veleros y barcos grandes.
Estuvimos un rato allí viendo como progresivamente se iban abriendo todos los puentes al paso del río.
Bueno, uno en concreto se atascó y costó 10 minutos de tensiones verlo abrir...

Chicago tiene un tren sobreelevado para transporte local, y está montado sobre una estructura de acero considerable. En muchos puntos forma un tunel por el que pasan los coches por debajo. Hace algunas calles un poco más oscuras pero tiene su gracia...

Chicago tiene un trocito de España:
Cuando uno llega a Chicago tiene que hacer una cosa siempre, subir a un torre. En este punto, debes elegir entre la Hancock, o la Willis (antigua Sears). Por razones que no recuerdo, elegimos la Willis.
104 plantas, la más alta durante unos cuantos años (ahora el tercer rascacielos mas alto del mundo) y arriba en un ascensor que sube de un tirón en 60 segundos, y una cola de casi 1h dentro del edificio.
Mereció la pena la espera. En la planta 104 grandes cristaleras a los 4 costados eran el premio a la paciencia.
Además en un lado los miradores son una especie de balcones de cristal que se abren 1 o 2 m sobre la fachada del edificio. Es el punto clave de las fotos:
Pablo no era consciente de lo que tenía debajo... pero se lo pasó muy muy bien!
Al salir de la torre, nos dimos un paseo para ir a la orilla del lago Michigan y entrar a visitar el Acuario Shedd, muy conocido en la zona.
Cogimos como añadido a la entrada básica el espectáculo de las medudas, que salvando prejuicios, merece la pena
Paramos en la cafetería del acuario a tomar un café y las vistas merecían la pena alguna foto:
Y otra foto de la costa del lago Michigan con todo Chicago al salir del acuario:
Por la noche, según recomendaciones que nos dieron, nos fuimos al Navy Pier:
Es una zona muy animada, es un espacio peatonal entre unas naves del puerto y el lago, donde ponen todo tipo de casetas estilo feria y atracciones. Llenísimo de gente.
Como todo en EEUU, allí también estaba ya todo ambientado para Halloween.

A la mañana siguiente, nos fuimos a dar un paseo por el parque Millenium
Algunas de sus atracciones son el espejo:
Es gigante, con la forma curva va cambiando el tipo de efecto según donde te coloques.
y otra atraccion de la zona es un espacio muy grande con dos torres, entre las cuales hay un rectángulo con un dedo de agua, y sobre las torres proyectan imágenes cambiantes y a veces echan chorros de agua. Pablo solo mirando se lo pasó en grande, los otros niños más mayores mucho más, algunos andaban desnudos corriendo entre los chorros (a 15º)
El barco de bomberos de Chicago:
Y el cine con su entrada clásica:
(además con artistas muy conocidos en cartelera)

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