Bueno, lo avisé, el blog iba a sufrir los efectos de los cambios.
Pues por fin llegó el Lunes, y a las 1:15 debía aterrizar el avion con Noe, Sara y Pablo. Sobre las 12 salí de la oficina para ir al aeropuerto. Aparqué y bajé a la sala de llegadas internacionales. No paraban de salir gente pero por la pinta podían venir de Filipinas o por ahi...
Me llega un mensaje de Noe, ya han llegado pero tienen que hacer cola para pasar aduana y tienen que apagar teléfono. Mientras me fijo en la gente que llega. Ese avión que está saliendo, no se si filipinos o indonesios... dicen que los españoles somos más "cercanos", está claro que poor ejemplo, comparados con los americanos, si. Nosotros abrazos reventones, besos...Los americanos se dan un tímido abrazo con dos palmadas y sin "mucho estruje", prácticamente rozan los hombros. Pues estos filipinos o lo que fueran, me sorprendión que diréctamente, el familiar que estaba esperandoles, al llegar el viajero, se ponían a andar junto a ellos y fuera, ni un roce físico! Y no fue uno ni dos sino decenas de ellos.
Bueno, sobre las 2:15 salieron poro fin los 3 por la puerta. Pablo al verme como no, con su sonrisa enorme! Le cogí y en todo el día no quiso bajarse de mis brazos. Fuimos a reclamación de maletas porque han perdido la de Sara. Nos dicen que por ahora no saben nada, que compre ropa y guarde tickets para que luego se la paguen.
Así que fuimos a casa, soltamos las maletas, y en un rato nos fuimos a comprar algo de ropa al Rochester Village (un tipo Rozas Village), al aire libre. Pablo seguía sin queres otros brazos más que los míos.
Antes de entrar el coche de vuelta, entramos en Whole Foods (super de comida orgánica) a comprar un par de pollos y unos macarrones de primero, para llevar a casa.
Bañamos a Pablo, le acostamos, cenamos nosotros y las dos hermanas a la cama pronto.
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